Actualidad y noticias
19-12-2014
Beneficios del azúcar moreno, negro o crudo
El azúcar moreno, también llamado “negro” o “crudo”, cuando es auténtico ha sido extraído del jugo de la caña de azúcar sin refinar ni procesar, sino tan sólo cristalizado.
El jugo obtenido de la caña se cuece 1 vez y se extrae el llamado azúcar de primera.
Si se cuece 3 veces más, se extrae más azúcar pero de menor calidad y con un tono amarillento.
Este azúcar contiene un mayor número de impurezas y ha recibido mayor cantidad de procesos químicos.
Normalmente contiene entre un 96 y un 98% de sacarosa y su color amarillento se debe al porcentaje de sacarosa que se le ha extraído y a una película de melaza que envuelve cada uno de sus cristales y esa creencia de que el azúcar amarillento es más saludable no es cierta.
Como el “azúcar moreno” puede casi doblar el precio del azúcar normal, muchas veces para abaratarlo añaden al azúcar blanco refinado algo de extracto de melaza proporcionándole así cierto color oscuro y un sabor algo particular y que pase por ser azúcar moreno.
Por ello, si os interesa comprar azúcar moreno puro, comprobarlo en el etiquetado.
Alguna marca ya fabrica las 2 clases, blanco y moreno.
Este azúcar moreno también se puede obtener a partir de la remolacha.
Como ésta nos proporciona desde la primera cristalización un azúcar muy blanco, se le deja cocer un poco más hasta obtener este color moreno y su sabor recuerda entonces un poco al caramelo.
Este azúcar procedente de la remolacha una vez refinado es prácticamente imposible de distinguir del azúcar blanco de caña de azúcar.
En ambos casos conseguimos sacarosa y ésta os recuerdo que consta de 1 molécula de glucosa y otra de fructosa, y como los diabéticos no pueden metabolizar la glucosa, pero sí la fructosa aunque en pequeñas cantidades, no deben tomar en ningún caso sacarosa.
Así que el azúcar moreno, en contra de lo que se piensa, sufre los mismos tratamiento que el blanco, pero se le purifica un poco menos al final del proceso, y al contener algunas impurezas tiene su color característico.
El azúcar moreno contiene más minerales y más agua que el blanco pero las diferencias son tan pequeñas que desde el punto de vista nutricional no tienen prácticamente ningún valor pues deberían consumirse inmensas cantidades para notar alguna diferencia.
Incluso sus calorías son muy parecidas, 398 para el azúcar blanco y 386 para el moreno.
La elección entre un azúcar y otro, debería basarse exclusivamente en cuestiones de gustos y nunca en supuestos mitos.
Aunque el azúcar moreno endulza menos y su precio es casi el doble del azúcar blanco, en ciertos platos algo sofisticados de la cocina internacional se usa precisamente porque el dulzor que proporciona es más suave.
Y a los que les gusta servirlo con el café, porque está de moda, ¡adelante! pero sabiendo que es prácticamente lo mismo.
El jugo obtenido de la caña se cuece 1 vez y se extrae el llamado azúcar de primera.
Si se cuece 3 veces más, se extrae más azúcar pero de menor calidad y con un tono amarillento.
Este azúcar contiene un mayor número de impurezas y ha recibido mayor cantidad de procesos químicos.
Normalmente contiene entre un 96 y un 98% de sacarosa y su color amarillento se debe al porcentaje de sacarosa que se le ha extraído y a una película de melaza que envuelve cada uno de sus cristales y esa creencia de que el azúcar amarillento es más saludable no es cierta.
Como el “azúcar moreno” puede casi doblar el precio del azúcar normal, muchas veces para abaratarlo añaden al azúcar blanco refinado algo de extracto de melaza proporcionándole así cierto color oscuro y un sabor algo particular y que pase por ser azúcar moreno.
Por ello, si os interesa comprar azúcar moreno puro, comprobarlo en el etiquetado.
Alguna marca ya fabrica las 2 clases, blanco y moreno.
Este azúcar moreno también se puede obtener a partir de la remolacha.
Como ésta nos proporciona desde la primera cristalización un azúcar muy blanco, se le deja cocer un poco más hasta obtener este color moreno y su sabor recuerda entonces un poco al caramelo.
Este azúcar procedente de la remolacha una vez refinado es prácticamente imposible de distinguir del azúcar blanco de caña de azúcar.
En ambos casos conseguimos sacarosa y ésta os recuerdo que consta de 1 molécula de glucosa y otra de fructosa, y como los diabéticos no pueden metabolizar la glucosa, pero sí la fructosa aunque en pequeñas cantidades, no deben tomar en ningún caso sacarosa.
Así que el azúcar moreno, en contra de lo que se piensa, sufre los mismos tratamiento que el blanco, pero se le purifica un poco menos al final del proceso, y al contener algunas impurezas tiene su color característico.
El azúcar moreno contiene más minerales y más agua que el blanco pero las diferencias son tan pequeñas que desde el punto de vista nutricional no tienen prácticamente ningún valor pues deberían consumirse inmensas cantidades para notar alguna diferencia.
Incluso sus calorías son muy parecidas, 398 para el azúcar blanco y 386 para el moreno.
La elección entre un azúcar y otro, debería basarse exclusivamente en cuestiones de gustos y nunca en supuestos mitos.
Aunque el azúcar moreno endulza menos y su precio es casi el doble del azúcar blanco, en ciertos platos algo sofisticados de la cocina internacional se usa precisamente porque el dulzor que proporciona es más suave.
Y a los que les gusta servirlo con el café, porque está de moda, ¡adelante! pero sabiendo que es prácticamente lo mismo.